DENUNCIA- TURISMO SEXUAL (INFANTIL)

Turismo sexual Infantil

El turismo sexual infantil implica que turistas adultos, ya sea de procedencia nacional o extranjera, exploten sexualmente a menores de edad mediante una prestación económica o favor de alguna clase.

El entorno del turismo sexual en general (motivos del turista sexual, intereses económicos, destinos turísticos orientados al sexo, estilos de publicidad, etc...) proporciona fuertes estímulos en las personas con inclinación a explotar sexualmente a los niños en sus viajes.

Las poblaciones de los países afectados, casi en su totalidad, atraviesan problemas económicos, los cuales son utilizados por el explotador para introducirlos a un circuito de explotación sexual: la oferta y demanda de sexo. Aquí, la "mercancía más valiosa" es aquella que el turista sexual demanda y por la que está dispuesto a pagar altas sumas de dinero.

Aunque la mayor parte de los turistas sexuales buscan relaciones sexuales con otros adultos, un porcentaje busca activamente a menores de edad. En numerosos países existen leyes severas contra los abusos sexuales a menores (véase pedofilia y efebofilia) y se condenan estos actos a los ciudadanos aunque los practiquen en otro país donde no estén prohibidos.

Tailandia, Camboya, India, Brasil y México se han identificado como principales focos de explotación sexual infantil.

Oposición con el turismo sexual

Organizaciones de derechos humanos advierten que el turismo sexual contribuye a la trata de personas y la prostitución infantil.La ONU se opone a turismo sexual citando las consecuencias sanitarias, sociales y culturalesde de ambos países turísticos países de origen y destino, especialmente en situaciones de explotación de género, edad, condición social y económica las desigualdades en el destino del turismo sexual

-WIKIPEDIA-

El turismo sexual busca nuevos horizontes

Kenia, Colombia y Mongolia se convierten en destinos en los que crece el intercambio sexual con los locales, sobre todo con menores

El mundo.es SILVIA TAULES

El turismo sexual es un negocio al alza que se expande y que muta a medida que los países cambian sus leyes para combatirlo. En este sentido, si antes Tailandia encabezaba la lista de lugares a los que acudían los pederastas para abusar de menores, ahora son Camboya y Mongolia los territorios que escalan en el ranking. La globalización económica ha convertido el crimen en global, y las nuevas formas de comunicación, los viajes low-cost y la pobreza son fenómenos que dan fuerza a quienes buscan la impunidad de la distancia para delinquir o para comerciar con sexo. Además, aunque el sexual no es el único factor que mueve a los grupos que trafican con personas, este delito se ha convertido en una prioridad para los gobiernos europeos.

Sucede algo paradójico cuando se habla de turismo sexual en el mundo. Si el comercio es entre adultos y existe consentimiento, las entidades que trabajan sobre el terreno dicen que no se puede medir el fenómeno porque se presupone que se ejerce con total libertad. «Aunque sabemos que no es así, que muchas personas se venden por un poco de comida, que son esclavas de la pobreza y no tienen libertad de decisión», comenta Debora d”Alleva, técnica del Programa contra el Turismo Sexual Infantil de ECPAT (End Child Prostitution, Pornography And Trafficking in children for sexual purposes), una ONG internacional que trabaja para erradicar el abuso de menores en destinaciones turísticas.

El perfil del turista sexual, no obstante, queda cada vez más dibujado en los informes que elabora esta organización dependiente de Unicef. Se trata de hombres jóvenes de unos 30 años, profesionales que se conocen los meandros de internet a la perfección y a los que, por supuesto, les encanta el sexo, pese a que en sus casas no lo disfrutan como les gustaría. Espabilados y con medios, encuentran una solución rápida y fácil a sus inquietudes moviéndose por el mundo. En la lista de los ya clásicos destinos sexuales como Cuba, Tailandia y Senegal han entrado con fuerza nuevos países como Colombia, Kenia, Camboya y Estonia. Y las víctimas son cada vez más jóvenes, así que estas organizaciones se centran en el turismo sexual infantil.

Señala ECPAT en un informe realizado sobre el terreno que «los destinos del turismo sexual infantil parecen estar cambiando. Cuando se inician esfuerzos de protección en un país, los viajeros que buscan turismo sexual infantil pueden elegir otro país vecino como destino. Este movimiento se ve claramente en el cambio de destino de los abusadores que tradicionalmente elegían Tailandia y ahora prefieren Camboya». De este modo, además, surge otro problema: aumenta el tráfico de menores. «Hay múltiples casos de menores víctimas de tráfico hacia otros países para ser prostituidos y, en particular, para turistas más ricos que los locales».

Por este motivo, desde ECPAT alertan de «la existencia de una relación entre el tráfico de menores y el turismo sexual infantil, puesto que los niños objeto de tráfico son particularmente más vulnerables ya que son sacados de sus comunidades, de su contexto cultural y tienen un estatus legal muy frágil que fuerza incluso más su dependencia hacia aquellos que sacan beneficio de su explotación sexual».

¿Cuáles son los países en los que aumenta este tipo de abusos? Un reciente informe de ECPAT denuncia que en América, México y Colombia se han convertido en nuevos focos. «Se estima que el pasado año, 20.000 menores fueron víctimas de prostitución en México, sobre todo en las zonas turísticas de Acapulco, Cancún, Tijuana y Guadalajara». En Colombia, «un país que no se suele relacionar con el turismo», el abuso de menores por parte de turistas también aumenta. Diversas ONG, junto con Unicef, estiman que «entre 20.000 y 35.000 menores son víctimas de abusos al año, sobre todo por parte de extranjeros». En Cartagena de Indias, por ejemplo, localidad situada en el Caribe, señalan que «unos 1.500 menores son explotados en una industria turística en la que es visible la presencia de turistas en busca de menores que se prostituyan». Así, la policía local ya ha elaborado un plan para erradicar el problema.

En África, además de países como Senegal y Gambia, Kenia y Ghana han aparecido como nuevos destinos. «En la costa keniana de Mombasa, Malindi, Kilifi y Diani hay entre 10.000 y 15.000 chicas menores de edad explotadas por los turistas», señala el documento de ECPAT, «otras estimaciones sugieren que 30.000 chicas de 12 a 14 años son explotadas sexualmente en hoteles y villas de forma habitual». Los italianos (18%), alemanes (14%) y los suizos (12%) son los principales consumidores, añade Unicef.

Filipinas y Mongolia se suben a la carrera asiática y engrosan una lista ya de por si desbordada. En 2007, el turismo sexual aumentó en Mongolia el 49%, mientras que en el metro de Manila, hay casi 20.000 menores ejerciendo la prostitución. Mientras, la apertura de la UE ha favorecido que países como Rusia y Estonia aparezcan en las encuestas en las que los finlandeses se consolidan como los principales consumidores de sexo con menores del este europeo.

Ante semejante panorama, a las ONG sólo les queda pedir a las agencias de viajes y touroperadores que suscriban un Código de Conducta consensuado en 2004 por el que se comprometen a luchar contra este fenómeno. En España, sólo Barceló Hoteles, Sol Melià y la pequeña y comprometida agencia Viajes Mogador de Zaragoza han suscrito el texto. «Muchos viajan y piensan “a ver si pillo buenas mozas”», lamenta Rubén Estévez, responsable de Viajes Mogador, «pero a mí, que un mayor de edad pueda hacer y deshacer no me parece bien». Es la paradoja del turismo sexual, pretender que hay libertad en la pobreza.

DICE CUALQUIER TRATADO DE ECONOMÍA QUE SI NO HAY DEMANDA, la oferta decrece y desaparece....

CREO QUE ESTO ES UNA VERGÚENZA PARA TODA LA HUMANIDAD.... ¿Hasta cúando?