QUE NADA ME SEA INDIFERENTE

Sólo le pido a Dios
Que el dolor no me sea indiferente,
Que la reseca muerte no me encuentre
Vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a Dios
Que lo injusto no me sea indiferente,
Que no me abofeteen la otra mejilla
Después que una garra me arañó esta suerte.

Sólo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente,
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente.

Sólo le pido a Dios
Que el engaño no me sea indiferente
Si un traidor puede más que unos cuantos,
Que esos cuantos no lo olviden fácilmente.

Sólo le pido a Dios
Que el futuro no me sea indiferente,
Desahuciado está el que tiene que marchar
A vivir una cultura diferente.

Esta mañana, estaba leyendo el periódico y he advertido nuevamente, que todos los titulares, de todos los días, de todos los periódicos, son más o menos los mismos.
Desgracias, dolor, guerras, corrupción, indiferencia...

Si bien es verdad que las buenas noticias, no son noticia, a fuerza de ver todos los días las mismas cosas, a fuerza de que esto sea lo cotidiano, se nos va haciendo una coraza cada vez más gruesa y nos vamos acostumbrando.

Y parece que el dolor va desapareciendo, que la discapacidad de asombro, de indignación, de rabia, va ocupando nuestra vida y eso nos va haciendo más indiferentes.

Y esa indiferencia, con la pasividad que conlleva, nos va aquietando.
Total...para qué...
Total, yo qué voy a hacer...
Total, es nuestro sino...

Y el hambre, las enfermedades, las desigualdades, la soberbia, la ira, la incomprensión, la avaricia, la corrupción, se van apoderando de todo.
Donde muchos sufren y unos pocos se lucran.

Voy a incluir en mi lista de deseos, en mis oraciones, en mis prioridades, en mi lista de propósitos...como cada uno quiera llamar ... este nuevo deseo...
Y además procuraré ponerlo en marcha.

¡¡¡QUE NADA ME SEA INDIFERENTE!!!