LOS AMIGOS DE LUNITA

Lunita era un niña muy valiente. Por lo menos, era lo que decían todos.
Según todos, era capaz de hacerlo todo bien en un periquete.
Era una niña inteligente, y los estudios iban muy bien. No le costaba nada!!!!! Sacaba buenas notas, pero casi no tenía mérito, porque ¡seguro que no tenía ni que estudiar!
Se le "quedaba" todo enseguida. Con una vez que lo leyera, zas! ya estaba.

En casa, tenia que ayudar, porque aunque de edad, era pequeña, como había crecido mucho, pues tenía mucha fuerza, aprendía rápido, y, para eso, era la mayor.

Es como si el cerebro y la madurez, crecieran con los huesos...
Tenía un hermano más pequeño, solo dos años más pequeño. Pero además, físicamente representaba menos edad de la que tenía!!!!Era el pequeñin.

Y todas las gracias que hacia el pequeñin, todas las travesuras, eran reídas, celebradas y se contaban a los demás entre risas...Pero ella era mayor.-

Al final se convenció que era mayor, no importaba la edad, y que todo lo tenía que hacer bien.
Tenia que ser limpia, ordenada, cariñosa, hacendosa, llevarse bien con todos y así la querrían para siempre.

Un día, le regalaron un ordenador. Pero tenia que tener presente dos cosas: su tiempo, para no engancharse, y, MUY IMPORTANTE:
TENER MUCHO CUIDADO!!!!!! Eso, se lo dijeron por todas partes.

Bueno, ella poco a poco fue aprendiendo a manejarlo, e hizo muchos amiguitos, con quien se escribía, les contaban cosas y ella a ellos.
Pero siempre le decían CUIDADO, NO SABES CON QUIEN ESTÁS HABLANDO.

Y ella pensaba, ¿caray, que seré tontita?
Además si alguien me dice algo que no me gusta, pues le digo, ¡oye, que ya no te ajunto! y ya está...y no le vuelvo a escribir-

Un día, iba corriendo, como siempre, iba muy aprisa, quería llegar la primera a todos sitios. Y se cayó
Se hizo polvo la rodilla y lloró. Porque aunque le decían, que eso de llorar era cosa de niños pequeños, lloró.

Pero de su alrededor nadie se dio cuenta.
Solo su amigo Pepito. Fue a su casa, la llevó al botiquin, de dió muchos besitos, muchos abracitos, la consoló y le dijo que no llorara que é la querría siempre.
Allí, le limpió la herida, le puso mercromina y le dijo, que no se preocupara de nada, que él siempre iba a estar ahí.

La verdad es que este Pepito, era muy especial. Por eso lo quería tanto y era su amiguito (bueno, era su novio sssshhhh)

Pero al llegar a casa, se encontró en el buzón de su ordenador un montón de cartas de muchos amiguitos y amiguitas. Todos se habían enterado que tenia una herida en la rodilla y le decían cosas muy bonitas.

Tan bonitas como no se lo habían dicho sus amigos que estaban cerca.
Y los besitos y abracitos que le mandaron, fueron mucho más fuertes que nunca los había tenido.
Y se pudo muy contenta.
Y dijo:
-Pues solo por los amiguitos tan maravillosos que tengo, no me va a doler más la rodilla.
Porque lo mio es una tontería y hay niños que si están malitos de verdad.

Así que les dijo:
Queridos amiguitos de todo el mundo mundial:
He visto vuestras cartas y recaditos.
Me he puesto muy contenta.

Voy decir a todos los que me han dicho que tenga cuidado con el ordenador, que es porque no saben que hay muchísimos y muchísimos, yo diría que tantos, como las estrellas del cielo, de amiguitos, que son maravillosos, que son amigos de los buenos.

Gracias, a todos. Voy a escribir una carta especial a Papá Noel, a los Reyes Magos, a Santa Claus, al Olenchero, diciéndoles lo buenos que sois y que os den los regalos más bonitos que encuentren, pero sobretodo, que lean bien vuestras cartas y os lleven, especialmente, lo que pidáis cada uno. (y algo de propina)

Y...que ya me he puesto buena.
Porque después de todo lo que me habéis dicho, ya no me duele la rodilla, ha! y que ya puedo salir al patio a jugar!!!!!
Gracias a todos.
Un besito, Os quiero mucho
MMMMUUUUUUAAAAAAAAAAA