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ULTIMAS NOTICIAS - MAYO 2010- SOBRE LOS ABUSOS SEXUALES DENTRO DE LA IGLESIA CATOLICA - SECRETO A VOCES-
Fue en los años cincuenta cuando estallaron los primeros escándalos de abusos sexuales en el seno de la iglesia católica. Casos aislados, a menudo silenciados y tratados con secretismo tras los muros de las iglesias.
En los años 80 y 90 la primera ola de denuncias de pedofilia golpea sobre todo a Francia y Estados Unidos. Pero todavía hubo que esperar hasta 2009, con la publicación de dos informes en Irlanda, para que el Vaticano se viera acorralado y el muro de silencio empezara a romperse.
El informe del juez Sean Ryan reveló que cientos de niños fueron víctimas de abusos de todo tipo en las instituciones religiosas irlandesas en los años 40.
Después, el informe de la comisión de la juez Yvonne Murphy, sacó a la luz 46 casos de sacerdotes culpables de abusos sexuales entre 1975 y 2004. Cientos de niños, en diferentes diócesis de la región de Dublín, habrían sido violados por sacerdotes de sus parroquias.
Las familias de las víctimas acusan al primado de Irlanda, el cardenal Sean Brady, de cerrar los ojos ante lo que estaba sucediendo y, sobre todo, de encubrir al sacerdote pedófilo Brendan Smith durante 40 años. Se estima que unos quince mil niños irlandeses fueron víctimas de abusos.
A finales del pasado mes de enero, el escándalo gana terreno. El ojo del huracán se traslada ahora a Alemania. Las autoridades religiosas de decenas de diócesis germanas comienzan a destapar cientos de agresiones sexuales cometidas en los años 70 y 80 en colegios católicos. Ciento setenta denuncias han sido interpuestas desde entonces. El papa BenedictoXVI y su hermano Georg Ratzinger se ven indirectamente salpicados, por los escándalos en el monasterio de Ettal en Baviera y el del coro de los pequeños cantores de Ratisbona.
En marzo la mancha de aceite llega a Austria. Las instituciones católicas de este país se ven atrapadas por los abusos sexuales cometidos también en los años 70 y 80. Bruno Becker, superior de la abadía benedictina de Saint Pierre de Salzburgo dimite y reconoce públicamente haber abusado de un niño en 1969. Los casos, cientos, surgen, en un goteo constante de denuncias.
El fenómeno se ha repetido en Suiza, en Italia, en Malta, a donde Benedicto XVI viajó el pasado fin de semana. El último gesto público del
Pontífice frente al avance imparable de esta ola de escándalos de pedofilia.
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UN SECRETO A VOCES:
El escándalo de la pedofilia en el seno de la Iglesia Católica, ha tomado ribetes inesperados, sorprendiendo al Vaticano, y no porque los jerarcas desconocieran su existencia, sino porque -quizás impulsado por la atención mediática-, siguen apareciendo nuevos casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.
El Vaticano está dando carreras para justificar lo que sucede y explicar a sus millones de feligreses en el mundo por qué la mayoría de esos abominables crímenes han quedado sin castigo durante décadas.
Más de 25 mil menores abusados en diferentes países, desde hace 80 años, especialmente en Estados Unidos e Irlanda, según el Informe Ryan y el Informe Murphy, de Irlanda, y una investigación criminal realizada en Estados Unidos, hablan de un "tumor" dentro de la Iglesia Católica, que no fue tratado a tiempo, y que por el contrario, halló las condiciones propicias para extenderse: secretismo y protección.
¡Sshhhhhhhh..! "Él comenzó a tocarme, intentando besarme en la boca, yo giraba pero él insistía. Me daban muchas ganas de vomitar. Comenzó a quitarme la ropa, y también comenzó a desvestirse", narró al programa Conexao Reporter, del canal SBT de Brasil, un joven identificado como Fabiano, sobre sus encuentros con el padre Luiz Marques Barbosa, de 82 años.
Sectores eclesiásticos han intentado desestimar el escándalo con varios argumentos: Una campaña mediática; minimización de la cifra de sacerdotes involucrados; se arguye que no sólo en la Iglesia Católica hay pedofilia, y hasta se intenta responsabilizar a los niños de tentar a los sacerdotes, como lo hizo el obispo de Tenerife, España, Bernardo Álvarez Afonso en 2007.
Pero la contundencia de los hechos ha colocado al Vaticano en una posición vulnerable. En el caso brasileño, un repugnante video muestra el abuso sexual y de poder.
En su defensa de la institución, la Santa Sede ha publicado recientemente en su página web una guía de procedimientos sobre denuncias de abusos sexuales, y la Carta de Benedicto XVI a los feligreses irlandeses, donde hace un mea culpa.
Actos impuros. En 2001, el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos envió una carta al obispo francés Pican de Bayeux-Lisieux, donde lo felicita por no haber denunciado al sacerdote René Bissey, acusado de 11 abusos sexuales.
"Lo has hecho bien y estoy encantado de tener un compañero en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los obispos del mundo, habría preferido la cárcel antes que denunciar a su hijo sacerdote", afirma Castrillón en la carta, según reseña la agencia AFP.
El purpurado argumenta que fue autorizado por el papa Juan Pablo II a escribir la misiva.
A la par, Benedicto XVI ha sido acusado de oponerse a la destitución, cuando era el Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, del sacerdote de California Stepehn Kiesle, quien confesó haber abusado de seis niños, según AFP.
El ocultamiento es, al parecer, una práctica común, respaldada por el documento vaticano Crimen sollicitacionis.
"El documento, emitido en 1962 por la Congregación para la Doctrina de la Fe, dispuso que no se diera aviso a las autoridades civiles de las denuncias por abusos sexuales y que los acusados fueran traslados a otra diócesis. Escrito en latín, impone la obligación de guardar secreto al sacerdote señalado, a cualquier testigo y a la propia víctima, bajo pena de excomunión. Su objetivo manifiesto era proteger la reputación del sacerdote mientras se investigaba, pero en la práctica se utilizó para silenciar todos los casos" , según el escritor argentino Horacio Verbistky.
Monseñor Charles Scicluna, promotor de Justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, afirma en elpaís.com, que "el sistema canónico es muy garantista, protege al máximo los derechos y la intimidad de los acusados. Cuando un culpable se arrepiente de sus actos, se le absuelve de forma automática…".
En tal sentido, es fácil inferir que los derechos de los menores abusados parecería letra muerta, aunque en los últimos meses la Santa Sede ha cambiado de estrategia, y ha conminado a sus miembros a colaborar con las autoridades civiles.
"Esa es la única forma de restablecer un clima de justicia y de plena confianza en la institución", dijo la Radio Vaticana, según Ansa.
Quizás el problema para la Iglesia Católica es que ve la pedofilia como un pecado y no como un delito.
En el Código de Derecho Canónico, el abuso sexual está contemplado dentro de la categoría de los pecados contra el sexto mandamiento.
información impresa el domingo 2 de mayo de 2010
MARÍA VICTORIA PÉREZ R.