LA DECISIÓN

Caminaba sin rumbo, aturdida, sin ver ni por donde iba ni con quien se cruzaba... Era como si estuviera sola en el mundo.

El corazón latía con tanta fuerza que lo oía golpear en sus sienes, así como el ruido del fluido de la sangre, corriendo por sus venas....

Pasó por delante de una iglesia... Volvió sobre sus pasos y entró.

Inmediatamente, el silencio, la penumbra , consiguió aquietarle.

Estaba de pié, en la puerta, quieta, con la cabeza baja, dejándose impregnar de esa sensación de quietud. Poco a poco su respiración se fue acompasando, dejó de oír los latidos de su corazón y los músculos de su cara, antes tensos, hasta dolerle la mandíbula, dejaron paso a unas facciones relajadas aunque inexpresivas.

Se adelantó y se sentó en uno de los bancos. Levantó la cabeza, y miró al altar, donde la figura de Cristo crucificado, con la cabeza ladeada, impedía que sus ojos se cruzaran.

Lo agradeció, no sabía si hubiera podido sostener una mirada, aunque fuera de una figura escultórica.

Con la mirada fija en el crucifijo, aunque sin ver, dejó resbalar por sus mejillas, sin ponerles freno, las lágrimas que hacía tiempo, pugnaban por salir.

Mientras, su mano, buscó un papel que llevaba en el bolsillo.

Poco a poco fue apretándolo, hasta hacer de él una pelota de papel.

Sacó la mano, la abrió y miró aquella bola apretada y arrugada.

Pensó que tenía que tomar una decisión. Pero no era fácil.

Sintió una punzada de dolor en el pecho. Era el dolor de la soledad.

Soledad....la peor compañera en muchas situaciones de la vida. Pero en aquella ocasión, le dolía de una forma inhumana, lacerante, porque no sólo decidía por ella.

Pausadamente abrió el papel, y lo fue desarrugando, con movimientos pausados y repetidos, sin mirarlo.

Un pensamiento cruzó su mente, casi sin mover los labios, con la mirada fija en aquella figura, balbuceó..."Ayúdame..."

Cerró los ojos, estuvo quieta mucho rato, y, tras un hondo suspiro, con un gesto rápido, secó las lágrimas, y leyó lo que ponía el papel.

Resultado del análisis de embarazo: POSITIVO.

Positivo, positivo, positivo, posit.......

La palabra adquirió un significado especial, como si llevara implícita una respuesta, que hasta ahora no había visto.

Se levantó. Erguida, con la cabeza alta, se acercó a la cruz.

Con voz firme, con una sonrisa dijo:

-Gracias.

Se oyó el sonido de unos pasos firmes, resueltos, acompasados, que poco a poco se dirigían del altar, a la puerta de salida.

Era una mujer sonriente, con ademán seguro y una mirada llena de luz....

Era una mujer que había tomada la mayor decisión de su vida.

Era una mujer que se sentía muy, muy feliz....