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martes, 15 de marzo de 2011

LOS JUEVES LITERARIOS - esta semana ... EL CONCIERTO








Paco entra en el establo sujetando el ramal de Caret0.
Careto es un mulo grande y gris, con unas manchas blancas que enmarcan sus ojos.
El cuadrúpedo sigue sumiso las órdenes de su amo.
Hace calor y unas moscas perennes le reciben, instalándose en su pelo.
Paco le libera de los aperos de labranza, lo cepilla y lo acerca al pesebre a comer.

Entra en la casa, deja la gorra en una percha y la blusa negra de labranza, al lado.
Se quita el pañuelo de cuadros que lleva al cuello, seca el sudor de su frente y se lo vuelve a anudar.

Se acerca a la pila de la cocina, una pieza robusta de mármol tallada de uno sólo bloque, que va pasando de generación en generación, siempre por el primogénito, desde su bisabuelo, oriundo de Macael.
Se lava la cara, se moja la cabeza y bebe a morro desde el mismo grifo, manantial de agua fresca y abundante.
En eso entra Carmen por la puerta posterior, la que dá al huerto de la casa, con dos lechugas para ensalada y un puñado de judías verdes para el hervido de la cena.

Se saludan con una frases ininteligible, fruto de la costumbre... de tantos años...
-Esta tarde vienen los chicos y también Paquito.
-Bien , ya es hora, que desde que va al Instituto, poco le vemos por aquí.
-Hombre, no seas así, que tiene que estudiar, por su bien, tiene que aprender, saber y alcanzar, las cosas que ni tú ni yo pudimos dar a nuestros hijos.
-Pues tampoco les faltó de nada.
-Juan, su padre sin ir más lejos, que se aprendió las cuatro reglas y a escribir ... y con lo mucho que leyó, no le va mal en la tienda.
-Y no iba al colegio la cantidad de horas que va el muchacho. Dios sabrá en tantas horas, que cosas le enseñarán , con las maquinillas y aparatos de teclas, que parece que les sorben el seso, todo el día mirando esas pantallas.
-Paco, no hables así de lo que no sabes.
-¡No he de saber! no hay más que verlo.
-Yo a su edad, ya estaba en el campo con mi padre, iba con él a cazar y conocido a unas cuantas mozas...
-Paco...no empieces otra vez con lo que hacías o dejabas de hacer, que éstos son otros tiempos...
-Eso, ponte de su parte, como hacías con nuestros hijos...


Paco ha salido de la cocina y entrado en su dormitorio.
Allí también, la cama de forja de hierro, heredada de generación en generación, preside la alcoba.
En esa cama, se habían engendrado y luego parido con sudor, dolores y fatigas, desde sus abuelos hasta sus hijos.
Un armario oscuro, con una puerta central cubierta por un espejo, es testigo mudo de todas las vivencias íntimas de esa família.
Dos puertas más a cada lado, albergan a un lado, el ajuar de ropa blanca de la casa, de níveo inmaculado, perfecto planchado y doblado, sobre baldas cubiertas con paños primorosamente rematados por puntillas de ganchillo, hechos con maestría.

Al otro, las otras dos puertas, guardan la poca ropa de vestir que tiene cada uno.
Ropa bien cepillada y planchada, cubierta con sábanas viejas para resguardarlas del polvo.
Ropa para las grande ocasiones.
La boda de los hijos, el bautizo y la comunión de Paquito, y algún entierro, que ya se hacen mayores, y por lo tanto, ultimamente era frecuente acompañar a familiares y amigos al camposanto.

De un baúl, de color oscuro también, a los pies de la cama, saca Paco un estuche de piel negra, desteñida por el tiempo y el uso.
Lo abre, y de dentro, con mucha parsimonia, como si de un ritual se tratara, saca un instrumento negro-dorado, reluciente.
Se sienta en la silla, y con un paño de franela lo frota con solemnidad, para borrar cualquier huella y trazo de sudor dejado por las manos.
Cualquiera que viera aquella escena repararía lo primero, en el contraste de aquellas manos grandes, de dedos anchos, de piel seca y dura, fruto del trabajo de toda una vida en el campo, con la fragilidad y finura cuidada del instrumento.

El clarinete que había heredado de su padre, que al igual que él, también había tocado en la banda de música del pueblo.
Después del trabajo, muchos hombres del campo, con sus ropas burdas y manos encallecidas por el trabajo, secas y agrietadas por las jornadas al sol y al frío en los campos de cultivo, marchaban a ensayar al Casino del pueblo los martes y jueves, que acudía el maestro de música.
Ya desde pequeños, acompañaban a sus mayores en esa afición innata por la música.
Como decían los niños, "iban a solfa", señal inequívoca de que se hacían mayores...

Se acerca la boquilla a la boca, lame varias veces la lengüeta y cierra los ojos.
Empieza a tocar la parte de la partitura de "El Gato Montés" que corresponde a su instrumento.
Una cascada de notas acompasadas, dulces y cadenciosas llena la habitación y se extienden por toda la casa.

Carmen sonríe mientras sus manos hábiles, mueven las agujas de tejer.
Está haciendo ropita para el nuevo nieto que viene de camino.
Deja la labor en el regazo y cierra los ojos.

-Que bien tocas...jodío...
-Sabes decir con la música lo que las vergüenzas y la parquedad, te impiden decir con palabras.
Y llega el momento cumbre.
El solo del clarinete...
Su mente la transporta a aquella noche en el Casino, en que el Concierto de la Banda de Música, dá comienzo a las Fiestas Patronales del Pueblo.
Ella, está junto a su madre y hermanas, sentada en el patio improvisado del local, viendo como el director de la banda, Pepe el Músico, batuta en mano, dá entrada al comienzo de la partitura.
La "pieza" como decían en el pueblo, era el paso-doble de Manuel Penella, El Gato Montés.

En el escenario con sus elegantes trajes azules, los músicos daban rienda suelta a todo el saber y voluntad de que eran capaces.
Fué entonces, cuando se fijó en Paco.
Es buen mozo, formal y educado.
Allí está, con los ojos cerrados, metido completamente en la ejecución de la partitura que lleva grabada en su mente.
De repente, todos los sonidos de todos los instrumentos desaparecieron y ella sólo percibe el sonido dulce de un clarinete. Del clarinete que toca Paco.

Él abre los ojos, y sin proponérselo, se cruzan sus miradas.
A partir de ese momento él solo tocó para ella, y ella sólo escuchó lo tocaba...para ella.

Paco estaba nervioso.
Esa noche empezaban las fiestas y como siempre, inaugura la temporada la Banda de Música, en el Nuevo Teatro, que se estrena para la ocasión.

Mientras hace sonar el clarinete, con los ojos cerrados , en la habitación, revive la imagen de aquella muchacha del vestido blanco sentada entre el público... ya siempre, sólo tocó para ella.




Más conciertos, en el BLOG DE GUS


Quiero hacer un homenaje a todos los pueblos de mi tierra, Valencia, que con tanto cariño, afición y esfuerzo, propician esas miles de bandas de música que imprimen carácter y personalidad a nuestra cultura.

33 comentarios:

San dijo...

Pero que preciosidad , pero como me ha gustado, tan real, tan tierno, esas bandas, esos pueblos y esos bailes. De veras que me ha emocionado. Este jueve mi hijo va para Valencia, mi hermana vive allí, conocerá en vivo esta maravilla de fiesta. Cuando yo fuí me parecio grandiosa.
Felices fallas, espero que disfrutes al máximo.
Un abrazo enorme.

Natàlia Tàrraco dijo...

Se me fue la nota del clarinete tan bien tocado...

Olééééé y Oléééé, la banda desfilando por las calles del levante, tradición y alegría que desborda. Si señora, Luna, me ha gustado este concierto desde el início, con letra de história sabrosa, añeja, amorosa, que huele a campo y a ropa blanca planchada, oléééé, tu gracia LUNITA, desde el principio me has tenido enganchada, una pareja de años bien enamorada, trabajada de vida, olé. Visca Valencia y les Falles!

Ana Tapadas dijo...

Gostei mesmo deste concerto!
Sou fã das terças!
Perco-me a ler...fico sem palavras para comentar!
Adorei.
Beijinhos minha querida Luna

Manuel dijo...

Enhorabuena por plasmar con tanta realidad el esfuerzo y la afición de todos esos músicos anónimos que hacen de las fiestas patronales una explosion de alegria. .
rimero nos haces ver la austeridad de la vida del campo para terminar deleitandonos con esa sensibilidad.
Repito, enhorabuena
Un beso

Chus dijo...

Jo; Luna, que bonito y que bien contado.

Con que realismo describes las escenas. Tus escritos muchas veces son como pinturas en las que no falta detalle.

¿Has pensado alguna vez en presentarse a algún concurso literario?. Lo haces muy bien. Me encanta.

Un beso

PD. Hoy es martes, ¿no?

casss dijo...

...decir, se puede decir de muchas maneras. Cuando se dice con la música, suena a gloria, sin lugar a dudas...
Tu relato, una preciosidad de detalles. Los diálogos sumamente ilustrativos.
Muy bueno el detalle del instrumento en el encabezado. Seguro este jueves compondremos un buen equipo de música, es decir, una orquesta.

Felices Fallas y a disfrutar que se ve que la fiesta está bien buena!!!

un beso enorme.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Luna:

Me has emocionado con esta entrada y este relato.
Yo he veraneado mucho años en un pueblo de Valencia, y muchos labradores, pertenecen a la Banda de música.Y no sabes como me encataba en las fiestas de Pueblo, bajar a la Pza. con mi silla a sentarme a gozar de la música. Te hablo dela Banda musical La Paz de Siete Aguas.

Una abraçada, Montserrat

MARISOL dijo...

Esto no es un relato, es casi una película, con banda sonora y todo. Precioso. Y en mi pueblo adoptivo también tienen su banda, y de los tres hijos de mi sobrina, dos tocan el clarinete y otro el trombón de varas. Así, que, ya ves que próxima me ha resultado tu historia. Besos

Susurros de Tinta dijo...

Eso, eso, que haces encerrada en casa, estás sorda de la mascletá?,que sería de las fiestas sin música?, la música y el amor provocan las mismas sensaciones, no?, ya solo toca para ella, aissss, que bonito, me encanta, miles de besossssss

Rosario Ruiz de Almodóvar Rivera dijo...

¡Un relato Precioso!
Me ha encantado, en mi pueblo también hay una banda de música y ensayan los viernes para todas las fiesta, ahora van por las calles tocando la música de Semana Santa.
Un abrazo fuerte desde mi Librillo.

Matices dijo...

Que bonito, Luna, es precioso, cada detalle, cada instante, cada gesto de complicidad, se vive, se palpa y se respira...

Disfruta de tus fiestas, ¡¡Felices Fallas!!

Primavera dijo...

Es cierto que bonito escuchar en vivo esas bandas que emocionan y a la vez alegran esos dias festivos que los contratan..
Realmente un paseo de tu mano genial para dar a conocer tan bellas fiestas que por supuesto no puedo faltar una buena orquesta en ellas.
Primavera

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Precioso relato, ese clarinete guardado con mimo, siempre dispuesto a ser tocado por ese hombre, que aunque tosco, siente un gran amor por la música.
Un abrazo

Solitude dijo...

Es el poder de la música, nos traslada a otros mundos. Mundos, donde guardamos lo más intimo; sentimientos.

Tu relato goza de un sabio equilibrio; la realidad del día a día, en un hombre de campo, que no por eso descuida ese otro aspecto, el de las emociones... el sonido del clarinete le devuelve al momento en el que, un día cerró los ojos y soñó con compartir su vida, como hoy sigue compartiendo su música...

Un relato distinto, para un concierto muy particular. Lo he disfrutado mucho.

Besos Lluna, y unas felices fallasss.

aguadecolores dijo...

De origen Valenciano por parte de padre, siempre he visto bandas de música, hasta en el pueblo mas pequeño, Dios quiera que esas tradiciones perduren siempre, nuestros mayores eran mas listos que muchos licenciados y tu lo relatas a la perfección
Que disfrutes las fallas, siempre recuerdo como de niña veía cubrir de flores el manto a la virgen,el olor a pólvora, a la flor del naranjo
Hay cosas que por años que pasen están en nuestra memoria
Besos de colores alegres como los que estos días visten Valencia

Celia Álvarez Fresno dijo...

¡Maravilloso! Lo he leído más de una vez.
¿Conclusión? Nada nuevo, ya sabía que eres una escritora de primera. Y tus relatos no son relatos. Son novelas.
Un abrazo y que disfrutes mucho de las fallas. ¡Me encanta Valencia!

MARU dijo...

Queridísimos amigos, escribir contando con lectores como vosotros, es un verdadero placer y un estímulo contínuo, gracias a todos.

El cuento que he hecho, no tiene mucho mérito.
Cuando se han cumplido años...el bagaje de vivencia y experiencias es grande.
Así que no hay que más que echar mano de recuerdos, propios o ajenos, de lugares vividos...
Este cuento es un collage de vivencias de jovencita en el pueblo de mi querida suegra. Viver de las Aguas en la provincia de Castellón.
Algunas situaciones y personajes están inspirados allí, lo demás...un poco de imaginación.
Lo más difícil es tener como "rivales" a escritores como vosotros, porque teneros como lectores, es un lujo.
Gracias a todos.
Un besito

V.Nas dijo...

¡Ah! Luna que historia tan racial y preciosa. Concentras en pocas letras tántas cosas... tres generaciones, diferentes ideas, diferentes formas de expresión... vidas y almas.
Me ha encantado
Un besote amiga.
Mariví

Atalanta dijo...

Que bonito Luna, cuanto de verdad en tus palabras, cuanto arte en todas esas bandas de pueblo.

Que suerte la de Carmen, su hombre solo toca para ella.

Besos con acordes falleros.

Teresa Cameselle dijo...

Toda una vida nos has contado en este breve relato, una vida intensa, con sus sinsabores, pero también con sus momentos entrañables.
Un beso.

Anónimo dijo...

Llevo treinta y cinco años acudiendo cada año a Benidorm, lugar donde los padres de Toñi emigraron en busca de trabajo. He aprendido a admirar por tanto, la pasión que la región valenciana tiene hacia la música y he palpado de cerca el fenómeno de las bandas musicales, que proliferan en todos los pueblos y ciudades.
Merecido homenaje el tuyo. Si me lo permites, gustosamente me uno a él.
Un abrazo.

Any dijo...

Hermosa descripción de un momento en la vida de esa pareja que sigue reconociéndose en la música del clarinete.
Todos esos pqueños detalles cotidianos como la vestimenta de Paco, la lechuga que trae ella del huerto, hacen que uno se meta en la escena. Sin duda esas manos acostumbradas a trabajos rudos, sabrán acariciar el clarinete con reverencia y sacarle los mejores sonidos.
Me gustó tu historia
un beso

Javier. M. V. dijo...

Un buen relato que combina perfecto con la música. Mejor no pudo quedarte.

Recibe un gran abrazo desde Japón.

Juan Carlos Celorio dijo...

Me haces sentir el ¿es diu enyor? Vaya, si el puente hubiera caído de otra forma estaría por esas tierras escuchando esas bandas.
En las que hombres rudos dicen con música lo que por verguenza o parquedad no dicen con palabras. Me encantó esa idea.
Besos, amiga Luna.

Alfredo dijo...

Estos días cientos de bandas de música recorren las calles de la cuidad alegrando con sus entrañables pasodobles los pasacalles falleros.

A ellos les dedicas este post tan particular, tan de casa, tan de pueblo.

Y cuantos Carmen y Paco, no habrán unido sus destinos al ritmo de un solo de clarinete, aunque luego la música sólo haya sido un circunstancial testigo en sus vidas.

Hoy te comento asegurándote que he visto a muchos Pacos por las calles de Valencia, con la mirada en la partitura y el corazón en la Carmen que les ilumina la inspiración.

Besos

María dijo...

Mi querida MARU ¡¡por los pelos que llego a felicitarte por ....

TU PRECIOSA HISTORIA ¡¡qué tía, vaya bonito!!
TU PRECIOSA CIUDAD EN FIESTAS
TU (SEGURO QUE) MARAVILLOSO PEPE ( si está contigo segurísimo:-)
POR TU TERNURA
POR LO BUENA GENTE QUE ERES
POR TODO EL CARIÑO QUE DESPARRAMAS
POR LO A GUSTITO QUE SE ESTÁ A TU LADO
POR SER, TÚ

¿Se me olvida algo? seguro, por si...

.............................TAMBIÉN POR ESTO

............................. Y POR ESTO OTRO

.................................................Y POR TODO ESTO:-)


¡¡¡¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES MI QUERIDA MARU!!!!

Muuuuuuchos, muchííííísimos besos, mi cielo y...

Esta vez si me dejas, un besito también para PEPE:))

Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaakss

Mamaceci dijo...

Me encanta Luna! Esas bandas de pueblo siempre me han provocado una emoción profunda y mucha ternura. Aunque algunos instrumentos desafinen un poco, pero igual el conjunto les queda bie! Por aquí tambien algunas quedan!
Tus relatos me sorprenden gratamente. Parecen sencillos a primera lectura, y de hecho lo son, pero tienen algo más. Un preciosismo natural, nada forzado, rico en detalles que enaltecen las referencias a una forma de vida, y la idiosincrasia de su gente. Llegas a donde queres llegar, a tocar la fibra de la emoción, sin pedir permiso ni abrirse camino a codazos.
Hermoso Luna!!
Besito

Unknown dijo...

Bueno, sin dudas esta perfecto el relato y el video en armonía total... me voy a dormir con un lindo cuento para este domingo! besos! que tengas una buena semana!

Medea dijo...

Lunita como me envuelven tus historias, está llena entre líneas de melodías de amor que no saben expresarse con palabras pero cuya música lo dice todo, manos toscas, secas y agrietadas por el trabajo al sol y al frio, manos que acarician con música mezclando olores a campo, a ropa limpia y blanca, a jabón hecho con grasa.¡¡Felicidades preciosa!!eres una maga contando historias.Un beso grandote lleno de todo el cariño que me inspiras.

Anónimo dijo...

a mí, agüela, me queda muy lejos, muy a trasmano esa cultura de bandas de música...pero eso sí, también te digo que me encantaría pertenecer a una de ellas.
en cuanto a tu relato, dos apuntes:
uno.- es largo, sí...quizá uno de los más largos que te he leído...¡y qué? pues no sé cómo demonios lo haces, pero tienes el don de hacer breve lo largo.
dos.-he leído un libro que me dejó mar martín. se titula la balada del abuelo palancas de...no recuerdo quién...bien pues en este libro, o mejor dicho, este libro tiene la particularidad de dar, de conceder palabras, de dar voces a la parquedad con que más de uno de los protagonistas se expresan. y así, y a modo de ejemplo, si el abuelo decía "hostiasss", eso quizá quisiera decir que estaba blancamente emocionado por...bien, pues así es el tío paco que nos has dibujado en este tu relato juevero cuando toca el clarinete. al menos, así lo dice su esposa.
un medio beso, agüela.

MARU dijo...

Queridos amigos, gracias también a vosotros por vuestros comentarios. Digo lo mismo que anteriormente, no tiene mérito, a poco que tengamos los ojos abiertos a los que nos rodea y podamos rememorar vivencias, todos llevamos dentro un narrador.
Gracias por vuestras palaras, vuestra opinion es muy importante para mi, y vuestra compañia, más.
Un besito

teresa dijo...

Que manera mas real tienes de crear tus relatos. Vives los momentos y este acompañado de música ha sido algo sorprendente. Me encanta leerte Luna. Un fuerte abrazo querida amiga.

Televisores dijo...

Definitivamente siempre tienes algo bueno que escribir, es todo un gusto visitarte. Un saludo.